En Estados Unidos el COVID-19 ha provocado la muerte de 320.000 personas y se han contagiado casi 18 millones de habitantes del país. Ahora mismo, si bien ya se ha iniciado la vacunación, esta no es todavía masiva ni mucho menos.
Históricamente las comunidades afro estadounidenses, latinas e indígenas han sufrido el racismo sistémico y la falta de una cobertura médica adecuada. Thomas Jefferson -tercer presidente de los EEUU- primero vacunó contra la viruela a doscientos esclavos de su familia y de sus vecinos y sólo después de ver que la vacuna era segura a inmunizarlos, Jefferson se la administró a su familia ... Y así muchos otros episodios de segregación y desprecio por la vida de estos segmentos de la población. Todo esto contribuye que en la actualidad sólo el 42 % de este segmento poblacional -afro estadounidense- acepte la vacunación contra el Covid-19. Existe una histórica resistencia a seguir siendo considerado “conejillos de indias”.
También es de publico conocimiento los experimentos con vacunas en países como Guatemala -en la época de los 60’s en la lucha contra la Sífilis – cuando EEUU inoculó a cientos de guatemaltecos, sin ellos saberlo, con microbios de la sífilis, gonorrea y otras enfermedades, para experimentos científicos.
"Fue algo aberrante, algo que nunca me podría haber esperado", cuenta a BBC Mundo Héctor Bardales, de 88 años. "Una vez fui al cuartel general y allí me abordaron. Un hombre vestido de blanco, que me iba a poner una inyección y me decía en inglés 'this is good for you' (esto es bueno para usted)", recuerda.
También tenemos el caso documentado por Harriet Washington, especialista en ética médica. Es el caso del experimento Tuskegee sobre la sífilis, (1932 y 1972 ). Durante esos años, el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos engañó a 400 hombres afro estadounidenses a brindarles un tratamiento para la sífilis, pues ocurrió que solo pretendían estudiar la evolución de la enfermedad en un cuerpo sin ninguna asistencia médica. Se les hizo creer que les subministraban medicinas cuando solo usaban placebos.
Ahora que comienza en Estados Unidos la vacunación selectiva, dando prioridad a los sectores poblacionales más expuestos al contagio por la naturaleza de su trabajo, es decir médicos, enfermeras, policías; también algunas etnias históricamente postergadas, con “Equidad en la salud”, que debe significar distribución gratuita y equitativa de las vacunas.